En 1524, los antiguos pueblos cuyos nombres aún resisten el paso de los siglos: Choloma, Ticamaya, Naco, Sula y Quimistán, entre otros, ubicados en el área que comprende el Valle de Sula, poblaban, protegían y explotaban sus inmensos bosques sembrados de cacao. El territorio se hacía impenetrable al conquistador español por la acción del Gran Señor CICUMBA, a quien algunos escritos antiguos denominan «El cacique mercader». En su reino se protagonizaba un intenso intercambio comercial, el cacao por otros productos como sal, instrumentos como hachas y lanzas, alimentos, sal y ropa. Con el cacao se preparaba el chocolate, una bebida sagrada para grandes señores, que era llevado por los mercaderes venidos desde Yucatán, desafiando arrecifes y corrientes, hasta llegar a la fértil delta que forman los ríos Ulúa y Chamelecón. En 1524, a su venida al territorio, el Conquistador Hernán Cortés mandó a llamar a los diferentes caciques e hizo un trato de paz con ellos. Un acuerdo que se quebrantó, cuando fue atacada «La Villa de la Natividad de nuestra señora», la fundación que Cortés hizo cerca de lo que actualmente es Puerto Cortés. Dice Antonio de Herrera y Tordesillas, que el Cacique Cicumba raptó a una castellana, natural de Sevilla, y «hacía diez años la tenía por mujer», encendiendo la furia de los castellanos. Estos hicieron guerra a muerte a Cicumba, con la ayuda del terrible Conquistador don Pedro de Alvarado, Gobernador de Guatemala, quien entró a territorio actualmente hondureño. La guerra entre indígenas y españoles duró cerca de seis meses, ya que los pueblos, ubicados a la vera de los ríos, se protegían por seguras empalizadas, que los españoles llamaban «albarradas». Fabricadas por gruesos troncos de madera hundidos en el agua, que Bernal Díaz del Castillo describe muy bien, hacían impenetrable el sitio. Finalmente, don Pedro de Alvarado instaló una lombarda en una canoa, y conduciéndose por el río, en medio de un fiero combate, voló en pedazos la albarrada y así pudo conquistador a la resistencia indígena dirigida por Cicumba. En el posterior «Repartimiento», don Pedro de Alvarado reservó para sí las cosechas de cacao, que por mucho tiempo destinó a su beneficio, usando las semillas como moneda, según lo comenta en su tesis el Dr. Pastor Gómez, sobre la economía del cacao en la época colonial.El 27 de junio de 1536 se fundó la Villa de San Pedro de Puerto Caballos, la actual San Pedro Sula. En toda esta historia está basada la obra teatral CICUMBA, SEÑOR DEL VALLE DE SULA, puesta en escena por los jóvenes del Centro Cultural Infantil, bajo la dirección de Lourdes Ochoa. Los trajes y escenarios han sido primorosamente salidos de las manos del equipo del CCI. Por el escenario veremos desfilar jinetes a caballo, canoas por el Río Ulúa, combates entre españoles e indígenas y a los guerreros protagonizando la danza de la guerra, al igual que la ceremonia en honor a Ek-Chua, dios del cacao.
Las referencias históricas sobre la existencia de este personaje, son muchas: Antonio de Herrera y Tordesillas, la V Carta de Relación de Cortés y las cartas del Gobernador Andrés de Cereceda, entre otras.
¿Qué es el Centro Cultural Infantil?
Es una institución sin fines de lucro, que brinda educación artística como un medio de sensibilizar a la juventud y despertar sus sentimientos de identidad, además de principios morales y éticos. La dirige una Junta directiva que busca el objetivo de que la Institución se sostenga en forma autosuficiente por medio de presentaciones artísticas y culturales, además de una modesta cuota de ingreso y mensualidades para las diferentes disciplinas: danza, teatro, música y pintura. Actualmente hemos organizado un pequeño kinder.
La obra CICUMBA, SEÑOR DEL VALLE DE SULA, es íntegramente a beneficio del CCI. Se estrenará el 2 de junio, y podrá ser presentada a solicitud previa a universidades y colegios, y también como un producto turístico.