Claroscuro.
Breve comentario a «Memoria de las sombras».
En primera instancia hay en la obra una referencia histórica y hasta temporal;
pero además, hay un aquí y un ahora, que es la zona sur occidental de Honduras, la llamada «Zona Lenca», la que se enfrenta abiertamente a los conquistadores españoles. Esto nos infiere a una idea de pertenencia que es muy especial: Marta Susana Prieto tiene la conciencia de ser (hondureña), por lo que su visión es la de una mujer comprometida con su espacio geográfico, cultural e individual y con todo lo que ello implica.
Este sentido de pertenencia, de autoconocimiento, de identificación cultural se refiere a un proyecto que no encaja en modelos impuestos.
Este sentido de pertenencia, de autoconocimiento, de identificación cultural se refiere a un proyecto que no encaja en modelos impuestos.
Esta propuesta literaria de Marta Susana es perfectamente válida pero no sólo para la nueva novela hondureña o centroamericana, sino para toda la novela moderna de Latinoamérica. Ella toma para su novela, un personaje cuya figura ha llegado a nuestros días como un símbolo de la soberanía por la historia oficial; reinterpreta la vida y la personalidad de Lempira e inserta otro modo de visualizar al personaje como totalidad histórica, porque se plantea el recuerdo de los hechos históricos con la base de la ficcionalización.
Marta Susana utiliza material histórico sacado de los archivos y otras fuentes y, con estos elementos asumió su obra, en este caso para ficcionar la realidad de un ser y unos sucesos que, per se, vivieron y ocurrieron como si los hicieran en el contexto de una novela.
Los historiadores de Honduras apenas han conocido las aventuras de este personaje insigne de nuestra historia, y sólo lo han hecho a través de las tradiciones o los trabajos de otros y no parece que hayan metido mano a documentos oficiales.
Los seres novelescos que pueblan los espacios ficcionales de la obra son construidos sobre la realidad. Esos intentos de hacer reproducciones, calcos invisibles, son ejercicios de la palabra en su capacidad de crear, y como tales deben ser interpretados por la crítica.
Marta Susana se toma toda clase de libertades para presentar a un personaje que se va construyendo en el curso del relato. El referente histórico se va agrandando con el manejo verbal de la novelista: Es claro, que todo libro pertenece en principio a un autor porque él (ella) da la cara, asume la palabra y la autoría del relato; sin embargo,en Memoria de las sombras, Lempira, porque de él se trata, apenas aparece en la obra y aunque todo el libro y su trama, habla de él sin casi hacer referencia a su nombre y el relato se da en primera persona y presenta un narrador(a) que participa de los acontecimientos con un papel casi protagónico.
Con este recurso, Marta Susana brinda rasgos más íntimos y novedosos:
– Moralizante: «los que guían a los pueblos ejercen más deberes que los hombres más comunes y corrientes. El hecho de dirigir te da responsabilidad: engañar a tu gente, mentirle y traicionarlo es el mayor mal que puede cometer un líder.»
– Sentencias: «Cada quien debe averiguar su propia verdad» (pag 91)
– Estupendas comparaciones: «Nunca antes se había fijado que a la niña se le había adelgazado el cuerpo como cuando crecen las matas de maíz y se espigan con la brisa, sus hilachas mecidas por el viento.» (pag.70)
– Un llamado a lo nuestro. «Nunca estaremos solos, porque tenemos el recuerdo de lo que aconteció. El olvido es lo que duele: Desdeñar lo que somos, renegar de nuestros ancestros, olvidar nuestros orígenes; eso es lo que nos acongoja.» (pag. 309)
– Rescate de nuestras costumbres: chilate, chuzo, guacal, guatal, nmetate, jolote, peñol, saudina, tecomate, ticucos, etc.
– Té de hipericón. Todo un tratado.
Las memorias de las sombras son inevitables:
-se saben solas ante la naturaleza y los dioses
-en las ciudades o en la selva o en el universo.
En fin, Memoria de las sombras es una aproximación a códigos imaginarios más visibles; distingue a nuestros indígenas eternamente ausentes, extranjeros, paradójicos y solitarios en su propia tierra.
El contenido de este libro crea en mí lo que el agua en las plantas. Me hace crecer.
Mi admiración y felicitación por esta Memoria de las sombras. Un auténtico regalo a nuestro corazón de Hondureño. HAY QUE LEERLO.
Omar Pinto
San Pedro Sula 12 de Noviembre de 2013
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