Julie Marchio, doctora en Literatura de la Universidad de Aix en Provence, Francia, visitó la sede de la Alianza Francesa en esta ciudad para disertar acerca de “La nueva novela histórica”.
En el proceso de investigación para su tesis de doctorado, Marchio vino al país para entrevistar a la escritora Marta Susana Prieto, pues su novela “Memoria de las sombras” es una de las siete escogidas por la investigadora para su trabajo acerca de la novela histórica escrita por mujeres centroamericanas.
El canon incluye “El pergamino de la seducción”, de la nicaragüense Gioconda Belli; “Asalto al paraíso” y “El corazón del silencio”, de la costarricense Tatiana Lobo; “Limón blues”, de Anacristina Rossi; “Con pasión absoluta”, de la guatemalteca Carol Zardetto y “Lobos al anochecer”, de la panameña Gloria Guardia.
En su tesis, la francesa pone en tela de juicio ciertas aseveraciones como las del crítico literario Seymour Menton. Según Marchio, “lo más importante en la teoría de Menton es lo que dice del hecho histórico, él se apoya en una definición que consiste en decir que la novela histórica es histórica si el período resaltado en la novela no ha sido experimentado directamente por el autor. Es una definición de los años cincuenta y excluye muchas novelas que podrían considerarse históricas”.
Novela de la memoria
Marchio propone que para saber lo que es y lo que no es histórico se deben tomar en cuenta los debates actuales en torno a la historiografía y el desarrollo de la llamada historia del tiempo presente o inmediata.
“Significa que se va a valorar la memoria como objeto de la historia. La memoria va a ser a la vez fuente pero también va a ser objeto de trabajo”, explica.
Y añade que “solo se puede definir un objeto con las herramientas de su tiempo, no se define la novela histórica reciente con un concepto obsoleto”, en referencia a Menton.
“Se habla de historia no como objeto sino como género, pero hay que trabajar sobre la historia como objeto y eso nos lleva a la memoria”, dice.
Para ella, el término “novela histórica” es una camisa de fuerza, pues “toda novela es histórica en cierto grado”. Por esa razón, antes de hablar de novela histórica, Julie Marchio prefiere “novela de la memoria”. Y no se trata de un nuevo género, pues “se deben leer las obras sin fijarse en el género, a partir de la novela hay que ir hacia el género y no al revés”.
Considera además que muchas novelas históricas pueden considerarse como novelas de la memoria y es el caso de “Memoria de las sombras”. Explica que “no solo por el título, sino por la estructura de la novela. En capítulos narra los hechos de manera retrospectiva, situados en primeros años de la Colonia.
En otros se ocupa de relatar los recuerdos de un pasado muy reciente y traumático, en ese sentido creo que se puede considerar una novela de la memoria a pesar de que es histórica, o sea que no se excluyen, pero sí el concepto de memoria, desatendido por los críticos de la novela histórica”.
Fuente: La Prensa